Los alumnos del Máster en Inteligencia Emocional multidisciplinar –consulta aquí el Dossier de la promoción 2018-19– han tenido la oportunidad de recibir en la última Jornada Formativa una interesante formación práctica en el Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Computacional (LNCyC) del Centro de Tecnología Biomédica –centro mixto de la Complutense y la Politécnica de Madrid–, que dirige el catedrático de Psicología de la UCM Fernando Maestú.
La sesión, complementaria a la formación que el propio Dr. Maestú ofreció en la Jornada Formativa, fue impartida por el ingeniero investigador Ricardo Bruña, quien introdujo a los alumnos al campo de la Magnetoencefalografía y en un concepto sobre el que se ahondaría posteriormente, el de Conectoma. Ricardo Bruña introdujo a los alumnos en estos conceptos acerca de la plasticidad cerebral y los grandes avances que ha posibilitado la neuroimagen para los investigadores de las ciencias de la mente.
Los alumnos del Máster ya conocían la idea del Conectoma, el modelo sistémico que defiende, entre otros, el neurocientífico Joseph E. LeDoux en ‘El cerebro emocional’, y así lo expresó el estadounidense en la videoconferencia que protagonizó en la cuarta Jornada Formativa del Máster en Inteligencia Emocional: “Debemos pensar en el cerebro como una unidad integrada que opera no en forma de silos aislados, sino a través de sistemas integrados”.
Una unidad integrada, nuestro cerebro, que en lugar de presentar diferentes zonas con funciones muy concretas –modelo localizacionista–, está moldeada en función de las conexiones y sus mapas-redes de conexiones, según destaca el Dr. Maestú. Se trata de un paradigma que cada vez tiene más peso en la comunidad científica, y hoy hay dos proyectos que abordan el estudio del Conectoma desde diferentes perspectivas: el europeo o Human Brain Project, el cual desarrolla tecnologías de supercomputación para reproducir las características del cerebro humano; y el americano, el Human Connectome Project, que busca construir un mapa detallado de las redes cerebrales apostando por nuevas técnicas de neuroimagen.
Human Connectome ProjectMiembro y colaborador de este segundo grupo es el catedrático de Psicología Básica de la UCM Fernando Maestú, que abrió la Jornada Formativa con las ponencias ‘La evaluación neuropsicológica y la plasticidad desde el punto de vista del Conectoma’ y ‘Neuropsicología de las Funciones Ejecutivas’. El Dr. Maestú, quien llegó a ocupar la vicepresidencia de la Sociedad Española de Psicofisiología- define el Conectoma como la “matriz de conexiones altamente organizadas del cerebro humano”.
‘Eres tu Conectoma’, reza el lema de este modelo científico cuyo precursor fue el genial científico Ramón y Cajal, y que huye del localizacionismo tradicional –donde se asigna una función a una zona determinada del cerebro–, tratando de explicar la enorme complejidad de las interacciones, un universo fruto de 500 billones de sinapsis en cada cabeza.
Diferentes ‘hubs’ con alta densidad de conexiones
El catedrático Fernando Maestú señala que existen zonas del cerebro denominadas hubs, que podrían considerarse como nodos de alta densidad de conectividad, y un ejemplo claro podría ser el tálamo, una suerte de ‘director de orquesta’, ya que marca los ritmos de la actividad cerebral y establece la sincronía, responsable entre otras cosas del ajuste emocional. Es por ello que cuando se aísla o ataca un hub, se aíslan funciones, ya que este nodo es el que permite que esté conectado con el resto del cerebro.
En el caso de las emociones, se trata de complejos circuitos –donde por supuesto intervienen la amígdala y nuestro sistema límbico– que a su vez están conectados con otros múltiples circuitos.
Además, el Dr. Maestú también profundizó en la Neuropsicología de las funciones ejecutivas, que son un conjunto de procesos que actúan de forma coordinada para regular el funcionamiento cognitivo, emocional y conductual. Intervienen aquí la toma de decisiones, la flexibilidad mental, permiten también gestionar el uso de otras capacidades cognitivas como el razonamiento, el lenguaje, la atención y la memoria, así como regular el comportamiento social y el control o ajuste emocional.
Lesiones en los citados hubs tienen lógicas consecuencias neuropsicológicas, como pueden ser síndromes como la afaxia, la apraxia, amnesia o disfunciones ejecutivas. La capacidad de plasticidad del cerebro y este paradigma del Conectoma ha motivado un estudio transversal encabezado por el Dr. Maestú sobre la Reorganización Funcional por Rehabilitación Neuropsicológica.