La catedrática de Psicología por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), María Dolores Avia, regresó a la quinta Jornada Formativa del Máster en Inteligencia Emocional, Psicología Positiva, Neurociencia, Coaching y estudio científico de la felicidad, para ofrecernos una intervención relacionada especialmente con las características científicas de las fortalezas desde la Psicología positiva.
No podemos sino reiterar desde el Instituto Psicobiológico el orgullo de contar con un extraordinario equipo docente multidisciplinar y de tener nuevamente a la Dra. Avia, todo un referente en el estudio de la Psicología positiva y de la Personalidad (entre otros ámbitos) –una de las pioneras en los años 90 en la traducción en España y revisión del modelo de los Cinco Grandes de McCrae y Costa–.
Basándose en autores como Martin E. P. Seligman y Christopher Peterson y su obra Character Stregths and Virtues (2003), y en la obra propia, como el Optimismo inteligente –publicada en 1998 y de la que es coautora junto al catedrático Carmelo Vázquez– (tercera edición en 2018), la catedrática María Dolores Avia, después de haber profundizado en el cuarto seminario de nuestro Máster en la importancia de las emociones positivas, dio “un paso más allá” para abordar los denominados Rasgos positivos, o aquellas características personales que fomentan las emociones positivas y a estos rasgos, Seligman y Peterson los denominan ‘fortalezas`.
Estas fortalezas se caracterizan siempre por ser “satisfactorias, al producir bienestar al que la posee y a los demás”, “tienen un valor moral reconocido”, “no hacen de menos a otros”, además de “el contrario de esa fortaleza no es valorado”, es decir, por concreto, para que se comprenda mejor este último punto, lo contrario de ser humilde es ser soberbio, y la soberbia no se valora social y culturalmente.
Otras características importantes de las fortalezas es que “debe haber una diferencia individual estable” –soy humilde o tengo sentido del humor en general– , “debe aparecer pronto, o poder ser rastreable en diferentes periodos vitales” –las fortalezas en los niños deberían conservarse cuando se hagan adultos–, o que la “ausencia de fortalezas está asociada a problemas de salud mental”, aunque la Dra. Avia prefiere verlo desde otra óptica, en positivo: “La presencia de la fortaleza está asociada a la salud mental positiva”.
Carácter, virtudes, fortalezas
En torno al carácter –que no es el temperamento– Seligman y Peterson, por consenso y basándose en los aportes de la historia, la religión, la filosofía o la espiritualidad, establecen una clasificación de 24 fortalezas que se manifiestan a partir de seis virtudes, universales y valoradas en todas las culturas. De las virtudes surgen las fortalezas, que a diferencia de las primeras sí son características psicológicas que se pueden estudiar, investigar, entrenar y, por tanto, modificar.
Las fortalezas pueden considerarse como el camino para alcanzar alguna de las virtudes. La clasificación de Seligman y Peterson, ha sido revisada por la propia catedrática Mª Dolores Avia, y fue explicada en detalle a lo largo de su intervención en la jornada formativa del Máster.
La Resiliencia
Tras explicar las virtudes y fortalezas, la catedrática María Dolores Avia dedicó un apartado de su ponencia a la Resiliencia, que el Diccionario de la Real Academia (RAE) define como la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”. Como afirma la Dra. Avia, los datos vienen a decir que no existe una personalidad resiliente, sino que “todos somos resilientes”, aunque, claro está, no en la misma medida. Un ámbito apasionante de escuchar durante el encuentro formativo.